SIN SENDEROS

Y la piedras aprendieron a pensar, con lo que desaparecieron los senderos, los ríos y alguna devastación climática.
¿Entonces dónde, en qué dirección iremos a buscar las cumbres, los colores bisiestos de los años reblandecidos?
Yo me permito reflexionar en un intento de sobrevivir a esta intemperie desproporcionada, en la irrealidad de ser alguien que a pesar de ser gris, aún sonríe.
Matar lo estoico es una falacia vulgar, triste, como un fular multicolor que vuela entre las piernas de los niños que juegan en una playa cualquiera.

Comentarios

Entradas populares