SUSPIRO

BAJO el hilo violeta 
del crepúsculo
respiras por mi piel
y enciendes mis arterias.

Siempre a esta hora
viajas por mi sangre 
y me dejas sin aliento
tendido en la nostalgia.

A este que soy 

vuelves por las tardes
con ansia de vagón

y siembras tus pasillos.
 

Acaso seas
la memoria de un ausente
la tardanza del amor

o una huella que no cesa. 

Así expiras tu dolor
de lanza amarillenta
debajo de mis ojos.

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