HOMENAJE
En orden,
mis manos transmutan en fantasmas.
Mis
párpados cansados añoran otra luz.
tal vez, la que atesoran las
estrellas.
Ya no soy quien ayer miraba el cielo,
o leía al poeta de sólida estatura.
Ya no soy la llanura
de innumerables pueblos.
Soy sólo
la esperanza
de un mañana probable.
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