EL DESEO
NACEN de mis dedos
los pliegues del agua.
la llanura de tu espalada
y las hojas.
Ando
busco los hilos del sur
donde las ovejas pastan
en el ombligo del viento.
También la ciudad
y tus pliegues umbríos
tus pies sobre mi pecho
desde donde miro tu rostro
contra los pliegues de la almohada.
Por eso sé:
Amanece de nuevo
y volvemos a la danza perfumada
de mis labios y los tuyos.
Tengo muchos recuerdos
pero acaso
de los últimos años
este sea el más bello.
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