Sálvame
Ciertamente, el silencio no nos salvará, salvo de alguna
estupidez posible y audible.
Ciertamente, el impulso devastador nos hará vacío, salvo
cuando la puerta sea falaz.
Ciertamente, el beso no dado nos entregará al descuido del
no besado, salvo errata.
Ciertamente, el verbo soberbio nos alejará de toda orilla
posible; será abismo sin río.
Ciertamente, fuera de la rueca multicolor, del sur, del
pasto y las ovejas; el amor, digo, posiblemente, será quien nos-te-me salve, de la soledad y
el destierro.
Comentarios
Publicar un comentario