VISIONES
Soñé que te veía en el perentorio discurso de los lirios.
Ah, epifanía, no te apiadas de mí.
Vuelve a tu caverna, y sé luz para los ciegos y las Águilas.
Mientras tanto yo descubriré el sendero de regreso a la melancolía.
Y pasarán los días como flechas, el amor se resquebrajará debajo de algún árbol.
Oh, epifanía, todavía no sé nombrarte sin desangrarme.
Comentarios
Publicar un comentario