SOLEDADES/ EL LIBRO DE LAS ROSAS
La piedra refleja su rostro
en la cerradura de una palabra.
Es todo silencio,
como en un pasillo bordado en el aire.
Alguien, susurrando una canción,
dobló el mantel multicolor,
dejándolo sobre la mesa.
Y cuando le preguntan a qué horas suele escribir, él siempre responde: -De noche. Yo escribo mis poemas mientras duermo. durante el día, mis manos transcriben lo que los mis fantasmas y sueños les dictan-
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