UN DESEO
Recostado sobre el vientre del invierno,
alzo los ojos al cielo, donde tus labios descansan.
Alzo los ojos al cielo, donde los dones esperan.
Y cuando le preguntan a qué horas suele escribir, él siempre responde: -De noche. Yo escribo mis poemas mientras duermo. durante el día, mis manos transcriben lo que los mis fantasmas y sueños les dictan-
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