OTOÑO
Y las flores estiraban sus tallos para aprender la lengua de la niebla. Lentamente, con la suavidad de los jazmines,el viento descubría su voz, en el silencio de las hojas.
Y cuando le preguntan a qué horas suele escribir, él siempre responde: -De noche. Yo escribo mis poemas mientras duermo. durante el día, mis manos transcriben lo que los mis fantasmas y sueños les dictan-
Comentarios
Publicar un comentario