EL ESPACIO DEL ADIOS
A mi hija Allegra, fallecida a los 17 años, el 15 de noviembre de 2015
Pasa por el cielo
la dulce estridencia de tus labios,
la revolución de tus edades,
y la comarca diminuta
de tu infancia.
En mi dolor
me abrazo a tus cenizas,
a la certeza de saberte transformada,
y me abnego a lo que habita
más allá de mis fronteras.
Soy, simplemente un hombre triste,
un vestigio gris
sentado en una silla.
Siempre, en la misma silla.
Pero tu no te detengas,
y respira la luz de tu tersura,
transita los umbrales del saber,
los gestos del mañana.
Porque tu y yo sabemos
que todo tiempo tiene un rostro,
y entre esos rostros esta el mio.
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