RESPLANDOR

TAN cerca, 
el tacto del mar
nos abruma,
con voz de creciente;
y mi respaldo
te contiene, 
transcurrida ya, 
la semilla del verano. 

Entonces tu llanura,
se nimba perpetua, 
en el pliegue
de un rayo que pasa,
evidenciando
un lugar en la luz, 
un estridor de hojas
cuya voz, 
el sol acribilla 
con su rueda de Agosto (el mes navegante)
materialmente enardecido
en el sulfuro del verano.

Allá lejos, 

el tiempo se tuerce
al paso de Febo.
Y aquí tu piel

conjuga la mía,
y se desviste
en el vagón de un abrazo.

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