LA TRAMA
De tu cabeza salen flores que huelen a nostalgia,
a piedras calcinadas y a linea horizontal.
De tus caderas nacen ríos que saben a infinito,
a márgenes floridos y a piedra genital.
De mi sueño cada día, sales presta unificada,
con el agua por mirada y los hilos como flor.
Hilos rojos maltrenzados, hilos verdes apagados;
hilos cientos despegados, que alardean de tapiz;
hilos breves, sin palabras, que se cortan al partir.
Hilos ciertos despertados, que se quedan junto a mi.
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