EL DESEO

A veces 
tus manos son continentes
que me cobijan del viento.

A veces 
tus ojos son flores
que me coloran el alma.

Y a veces 
tu cuerpo es el tiempo
la brevedad del abismo
y la extensión de mis brazos. 

Eres a todas luces
el rebaño del asombro
la vertiente del magma
y la nación del deseo.

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