Amares Perros(2)
Porque te sigo buscando en el cuerpo de todas las mujeres, y
no estás, ya nunca estás.
Porque te quedas en mis brazos, aún en la sordidez de la
ausencia, y el eco de tu beso asola mis labios.
Porque ahora sé: mis abrazos, mis labios, mis ojos y todas
las miradas te pertenecían de forma tierna pero tormentosa.
Por eso te busco en el alarido brutal de la soledad, en las
postales ajadas y entre las hojas de los libros.
Pero no estás. Ya nunca estás. Porque te arranqué de manera
despiadada, irrefutable, y asolé tus labios y mordí tu risa y tu llanto, y te
dejé a un lado, sin eco y sin mí.
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