El Miedo

 De su cabeza gris salen partes de la historia.
Caen al suelo sin pausa,
mientras ella intenta recomponerlas,
trazando otra vez las alas del deseo,
silbando las melodías de su niñez perdida,
 para no oír los gritos ensordecedores
que la despiertan por las noches,
que no la dejan construir su urna morada,
ante el pavor que anida en su ceño,
por la sola idea
de no despertar ya nunca.





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